Con esta evidencia y antes de que pueda haber una nueva versión de lo normal, es vital crear el tiempo y el espacio para procesar tanto la experiencia de los últimos meses como el permanente impacto de estas vivencias. Las pérdidas continuarán persiguiéndonos y si no son oportunamente tratadas, se seguirán acumulando un trauma por encima de otro. La caída económica en cámara lenta, con todo lo que esto implica, persistirá por algún tiempo más. Es por eso que, para empoderar al capital humano de la empresa, en especial los que sobrevivieron al trauma de despidos de sus colegas e inseguridad de sus propios cargos, es necesario iniciar cuanto antes el trabajo con técnicas avanzadas de reducción de ansiedad y estrés, como lo son las Técnicas de Liberación Emocional, también conocidas como Tapping.
Si bien debemos abordar nuevos desafíos para las operaciones comerciales a medida que avanzamos hacia un futuro incierto, debemos poner al menos el mismo énfasis en una tarea más inusual todavía, ayudar a nuestros empleados a sentir, a procesar y a desahogarse. ¿Por qué?, porque solo somos humanos y como tal, nuestro cerebro encapsula todas las emociones, noticias e imágenes de esta época, formando recuerdos que nos marcarán negativamente para siempre. El Tapping nos facilita liberar todas esas emociones y encapsulados de impacto, que no hacen más que transformarse en peso para nuestra alma.